¿Qué es un fuego eléctrico?

Hay muchos tipos de incendios, entre ellos el incendio eléctrico. Se trata de uno de los fuegos más rápidos, tanto en producirse como en propagarse, y, por tanto, de los más peligrosos.

Fuego eléctrico

¿Cómo se produce un fuego eléctrico?

El fuego eléctrico puede producirse por una gran diversidad de factores. Entre ellos, la ausencia de aislamiento eléctrico, los conductores deteriorados, los empalmes caseros, la manipulación de cuadros y contadores, los enganches no autorizados a la red o los conductores que son insuficientes para la potencia demandada. Sin embargo, de entre todos los posibles factores que pueden dar lugar a este tipo de incendios, las principales causas que suelen provocarlos y que se dan con una mayor frecuencia, son los defectos en el cableado eléctrico o la sobrecarga de los circuitos.

Cabe la posibilidad también de que se formen chispas en la red, capaces de provocar llamas, las cuales se propagan con una asombrosa rapidez, originando el principio del incendio. El avance del mismo dependerá muchísimo de cuáles son los materiales eléctricos que han sido afectados y de sus propiedades ignífugas. Por supuesto, factores como la existencia de materiales combustibles en las cercanías, tendrán también una importancia fundamental en lo que respecta a la propagación del incendio.

¿Cómo extinguir un fuego eléctrico?

En cuanto a los actos a realizar y a los pasos que debemos seguir para conseguir la extinción del incendio de la manera más rápida posible, es muy importante tener en cuenta y seguir los consejos que se detallan a continuación.

  • En caso de un incendio eléctrico, incluso en el caso de que consideremos que se trata de un fuego pequeño, debemos de llamar enseguida a los bomberos, avisándoles de que se trata de un fuego eléctrico.
  • Cortar la electricidad. Deberemos apagar todos los interruptores, asegurándonos de que nuestras manos se encuentran secas. No debemos de enchufar nada, pero tampoco desconectar el cable que está provocando el incidente, sino que para ello acudiremos a la caja de fusibles.
  • Si el incendio es aún pequeño, una de las mejores maneras de extinguirlo es usando una manta ignífuga, con la cual cubriremos el fuego, consiguiendo de esta manera que las llamas no reciban oxígeno, hecho que provocará que se extingan. Tener una manta ignífuga es algo muy recomendable para la protección de nuestro hogar.
  • También podemos usar un extintor para apagar el fuego eléctrico, aunque vigilando mucho y teniendo muy en cuenta que no se trate de un extintor de agua, en cuyo caso es muy fácil que en lugar de apagarlas propagara aún más las llamas, provocando que el incendio fuera más grave y, como consecuencia, que causara daños aún mayores.
  • Si el incendio es pequeño y no tenemos extintor, podemos echar bicarbonato de sodio al fuego para ahogarlo.
  • Si no tenemos manera de llevar a cabo estas acciones, o si después de realizarlas no han dado resultado, es imprescindible salir de la casa o del edificio. En este momento, sólo nos queda la opción de esperar la llegada de los bomberos, ya que sólo ellos, como profesionales que son, podrán extinguir el incendio, sea cual sea su gravedad.